jueves, 26 de noviembre de 2009

Y, el último hombre


Hace relativamente poco (como un mes y pico), me acabé la serie Y, el último hombre. Serie ganadora del premio Eisner a la mejor serie en 2008, creada por Brian K. Vaughan y la dibujante Pia Guerra.


La serie trata de un suceso desconocido que provoca la muerte de la práctica totalidad de los seres con el cromosoma Y, a excepción de Yorick (un joven aprendiz de escapista) y su mascota Ampersand (un mono capuchino, o como diría yo para describirlo, Spike, el de Ace Ventura). Junto a una agente de un servicio secreto de los estados juntitos de América (para no variar), 355, y la Dra Mann (especialista en genética y demases), el prota busca encontrarse con su novia, que en el momento de la hecatombe se encuentra en Australia.
Se encontrarán en su viaje con los cambios de una sociedad encauzada por las mujeres, militares que le persiguen, un grupo de mujeres que se basarán en las antiguas amazonas y querrán destruir cualquier recuerdo del mundo con hombres (incluido Yorick), y unos cuantos personajes más que se cruzarán en sus caminos.

Mi opinión sobre la serie es personal e intransferible, por lo que lo mismo no opináis lo mismo sobre ella (algo perfectamente comprensible), digo esto porque mi opinión varia bastante desde el principio de la lectura hasta el final de la misma.
Los comics me los paso el tito Wall (o Amazing Manolator para los profanos), más o menos hasta la mitad, creo recordar. El recuerdo de lo flipante que era la historia cuando pille los primeros números, va pasando poco a poco a un estado de regulerismo extraño, acabando en un... Pfff, po fueno, po fale, po me alegro. Para mi gusto se va desinflando a medida que pasa de la mitad de la serie. Cosas de esas con las que piensas: ¿de verdad existen capítulos de relleno en esta serie? Creía que solo pasaba con Naruto, o el horroroso capitulo en el que Goku aprende a conducir para poder vencer a Celula (madre del amor hermoso).

Bueno, tampoco es que sea malisima, ni nada parecido, pero me decepcionó un poco el curso que pilló. Ya me diréis si la leéis.

Pues con esto y un bizcocho, hasta la próxima que me de por hablar de algo que haya leido.


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